Los precios de la electricidad, que no han dejado de subir en los últimos años, están haciendo pasar un mal rato a mucha gente. Aunque en Internet se pueden encontrar muchos consejos para reducir los gastos de electricidad con un poco de esfuerzo, a muchos consumidores les sigue pareciendo poco. Por lo tanto, quien no quiera tener que restringirse constantemente en casa y pensar cada vez que enciende el interruptor de la luz, tendrá que buscar inevitablemente otras formas de reducir sus gastos de electricidad. Cambiar a un proveedor de electricidad más barato es una opción. Sin embargo, pasarse a la energía solar suele ser la solución más barata. Pero eso no es todo: quienes se pasan total o parcialmente a la energía solar no sólo hacen un bien a su bolsillo, sino que también contribuyen de forma importante a la protección del medio ambiente.
Los que deciden instalar un sistema fotovoltaico reciben ayudas económicas
El principio en el que se basa la generación de energía solar es muy sencillo: los rayos del sol producen energía que puede generarse con ayuda de un sistema solar o fotovoltaico. La generación de electricidad mediante anergía solar es, por tanto, rápida y -si se dispone del correspondiente sistema fotovoltaico- totalmente gratuita y sostenible. Los sistemas fotovoltaicos pueden utilizarse no sólo para generar electricidad por sí mismos, sino también para suministrar agua caliente. En estas circunstancias, se habla de energía solar térmica.
Si le interesa utilizar la energía solar para uso propio, puede instalar un sistema fotovoltaico en el tejado de su casa o garaje. La instalación del sistema la realizan profesionales con experiencia y cuesta de media entre 6.000 y 12.000 euros, según el tamaño del tejado. Además, hay que pagar el seguro, la inspección y el mantenimiento. Si hay que añadir un acumulador, hay que contar con unos costes adicionales de al menos 5.000 euros. Sin embargo, lo que al principio parece mucho dinero, suele compensarse al cabo de unos años. Los costes que se pueden ahorrar con la ayuda de un sistema solar compensan entonces los costes de instalación y mantenimiento. Además, todos aquellos que decidan instalar un sistema fotovoltaico pueden contar con atractivas subvenciones. Hay subvenciones disponibles, por ejemplo, en forma de préstamo subvencionado del Banco KfW, y los ayuntamientos y las empresas suelen ofrecer programas de subvención adicionales.
No es necesario ser propietario
Invertir en un sistema solar no sólo merece la pena para quienes desean utilizarlo para uso propio o tener un sistema instalado en el tejado de su propia casa. Quienes deseen invertir en un parque solar no necesitan una propiedad cuyo tejado puedan utilizar para la instalación de un sistema. En su lugar, se puede alquilar un espacio abierto para este fin. Todos los compradores de un huerto solar, así como los que quieran invertir en él de otras formas, también pueden disfrutar de una serie de ventajas fiscales y gozar de compensaciones gubernamentales, por lo que es una inversión que merece la pena plantearse.
La rentabilidad y la sostenibilidad no son las únicas ventajas que ofrece un sistema de energía solar. Quienes deciden utilizar la energía solar se independizan de los proveedores de electricidad y también aumentan el valor de su propiedad si deciden instalarla en el tejado de su casa. Las casas con paneles solares valen mucho más que las casas equivalentes sin un sistema fotovoltaico y, por lo tanto, también pueden valer la pena a la hora de venderlas.